Corderito mío,
suavidad callada:
mi pecho es tu gruta
de musgo afelpada.
Me olvidé del mundo
y de mí no siento
más que el pecho vivo
con que te sustento.
Carnecita blanca,
tajada de luna:
lo he olvidado todo
por hacerme cuna.
Yo sé de mí sólo
que en mí te recuestas.
Tu fiesta, hijo mío,
apagó las fiestas.
Gabriela Mistral
viernes, 12 de diciembre de 2008
Corderito
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios mágicos:
Publicar un comentario