martes, 10 de noviembre de 2009

Consejos para el gran momento


Recuerda que cuanta más información tengas, más dudas despejarás, lo que te aportará mayor tranquilidad. Solemos tener miedo a lo desconocido. Tu matrona, tu doula y otras mamás con experiencia pueden ayudarte.

• Infórmate de las prácticas relacionadas con el embarazo y el parto en tu centro hospitalario de referencia, pide información acerca del número de cesáreas, inducciones, episiotomías, tasas de mortalidad y morbilidad y todo aquello que pueda serte de utilidad e interés. Esta información es pública y puedes pedirla incluso por e-mail.

• Intenta conocer el sitio donde darás a luz, así como el posible personal que pueda asistirte. Esto es de gran utilidad, ya que a la hora de parir ya sabrás lo que te encontrarás y podrás relajarte.

• Si lo deseas, puedes confeccionar un plan de parto. Se trata de expresar por escrito la voluntad con respecto al tipo de atención que se quiere recibir durante el parto. Puedes negarte a ciertas prácticas o solicitar otras. Tiene validez legal y está basado en la ley 41/2002, de 14 de noviembre.

• Acude a clases de preparación al parto, al nacimiento o a la maternidad. Son de mucha utilidad y aprendes cosas sobre tu estado, la fisiología del parto, el recién nacido, etc., lo que te ayuda a comprender mejor tu cuerpo y los cambios que experimentas, además de tener en cuenta trucos para hacer más llevadero el embarazo, la dilatación…Lo ideal es que también acuda la pareja, le ayudará a comprender la situación y a empalizar contigo.

• Rodéate de personas que te aporten cosas positivas. Escucharás muchas historias sobre partos larguísimos y dolorosos, también de malas atenciones e incluso de muerte perinatal. Hay que conocer, pero también seleccionar. Cada mujer es distinta y cada parto también, y aunque existen parámetros comunes en los partos, cada uno es diferente. También es cierto que el desarrollo de un parto depende mucho de la actitud de la mujer frente al mismo. Aprende a relajarte y a visualizar.

• Realiza actividad física moderada y supervisada, te ayudará a estar más ágil a la hora de dar a luz. El yoga suele ir muy bien.

• Come sano.

Antes del parto

• Unas semanas antes de tu FPP notarás que el abdomen desciende porque el feto baja hacia la pelvis. Ahora notarás que puedes respirar mejor y la presión del estomago disminuirá, pero al apoyarse el bebé sobre la vejiga notarás más ganas de orinar.

• Disminuirán los movimientos fetales, ya que a tu bebé le va quedando cada vez menos espacio para moverse.

• Tendrás más insomnio. Algunas mujeres tienen dolores de cabeza, vómitos y diarrea. Esto indica que tu cuerpo se está preparando para el gran momento.

• Aparecen contracciones indoloras que no llevan ningún patrón. Esto suele ser hacia la tarde-noche y desaparecen con un poco de reposo. Estas contracciones se encargan de ir “aflojando” el cuello y preparando el útero para el parto.

• Puedes ir perdiendo poco a poco el tapón mucoso y este líquido viscoso puede ser algo sanguinolento. Indica un ablandamiento del cuello del útero, pero no es ningún indicio de un parto inminente.

• No te obsesiones con las fechas, trata de relajarte y disfrutar de los últimos momentos de tu embarazo.

• Es bueno recordar que el embarazo tiene una carga emocional muy grande y que a veces tener “cosas por resolver” puede obstaculizar el proceso.

• En algunas mujeres se da el “síndrome del nido”, cambia mucho según la mujer, pero es algo así como una preparación del hogar que la madre hace antes de la llegada de su bebé. Así que no te sorprendas si antes de ponerte de parto, te da un arrebato de limpieza a fondo, o te da por cocinar, por ordenar, etc. Es algo normal y cada una puede vivirlo de diferentes formas.

• Una frase muy sabia: “Cuando estés de parto, sencillamente lo sabrás”. Si dudas, quiere decir que las contracciones que sientes no son de parto, porque cuando el gran momento se acerca sientes cómo vas entrando en ese otro planeta…

• En cuanto sientas las contracciones, no corras al hospital. Ten en cuenta que las contracciones de parto son rítmicas (siguen un patrón). Hasta que no sean al menos cada 5 minutos durante una hora continua y no se vayan con descanso el proceso no habrá comenzado.

• La casa es un sitio cómodo para ir dilatando, principalmente los primeros centímetros. Si no tienes un sangrado mayor a una regla, tu embarazo ha sido normal, al romper aguas estas son claras y, lo más importante, te sientes cómoda, espera unas horas para marcharte al hospital.

• La contracción fuerte dura más de un minuto aproximadamente, recuerda que más importante que la cantidad de contracciones es la intensidad y su duración.

Las contracciones están compuestas de tres partes: 1) El comienzo: dolor soportable. 2) Intensificación: la presión sobre el cuello del útero llega al máximo y con ella también el dolor. 3) Descenso: la contracción desciende en intensidad hasta desaparecer y con ella el dolor.

Durante la dilatación

Estas son algunas sugerencias:

Recuerda que la hormona que mayoritariamente controla el parto es la oxitocina, y su principal inhibidor es la adrenalina, la cual se segrega ante el miedo, la incertidumbre, los nervios, los ataques, los sustos, etc., deteniendo el proceso del parto. Por lo tanto, es muy importante evitar que esta aparezca.

A la hora de dilatar no es recomendable:
• Tener frío y temblar. Con frío no se pare bien, la tensión en los músculos segrega adrenalina y detiene el proceso.
• Estar de mal humor.
• La falta de intimidad. Cuanto menos alboroto, mejor.
• Sentirse observada o estudiada tampoco ayuda: comunícalo a tu matrona, no hace falta gran cantidad de personal para vigilar un parto.
• Sentirse avergonzada: trata de dejar la vergüenza a un lado, el proceso por el que pasas es común para el personal que te asistirá.
• Tener muchas ideas preconcebidas.
• Obsesionarse con el Hospital, tanto como si decides parir en él o no.
• Hablar mucho y estar pendiente de los demás: es tu momento, concéntrate.
• Responder muchas preguntas, ya que activa el neocortex cerebral, disminuyendo la producción de oxitocina.
• Intentar mantener el tipo: déjate llevar y no intentes controlarlo.
• Demasiada luz.
• Estar asustada
• Sentir que dependes de otra persona para todo: tú eres capaz de parir y eres quien lo hará.
• Compadecerse de sí misma o que se compadezcan. Frases como “esto no evoluciona”, “no veas lo que te espera”, no ayudan. Pide con delicadeza que no todos los partos son iguales y que podrás hacerlo.
• Si es tu primer parto, no te vuelvas loca con los centímetros. Los 3 primeros son los más difíciles de alcanzar y puedes estar muchas horas. El cuello debe ablandarse, ya que en el primer parto está algo duro (como el cartílago de la nariz) y eso lleva su tiempo.
• No te reprimas, deja salir todo lo que sientas o quieras expresar, y si sientes vergüenza por gritar o gemir, puedes coger una almohada o encontrar algún otro modo de desfogarte.
• Date una ducha, y recuerda que el baño es un buen sitio para dilatar, sentada en el inodoro.
• Camina y busca posturas que favorezcan la gravedad, la presión de la cabeza sobre el cuello hace que la dilatación sea mas efectiva además le sumaras el peso de los pechos y los órganos internos. Y recuerda la postura que escojas será la más adecuada a tu situación.

El Dolor:
• No te opongas a él, es necesario para que la mujer desconecte del mundo exterior y el parto pueda desarrollarse de manera exitosa.
• Si te duele significa que la cosa avanza. Estás preparada para este trance. Con apoyo y contención, saldrás adelante sin problemas.
• Busca una postura cómoda: la que el cuerpo te pida será la que tu bebé necesite.
• Si no te opones al dolor y a la situación, tu cuerpo empezará a segregar endorfinas que más que mitigarlo te harán más insensible a él.
• No intentes relajarte durante la contracción, sino entre ellas. Déjate llevar por tu instinto, no lo reprimas. Empuja, muerde, grita. Es normal que sientas esos deseos, parir consiste en dejar de tener el control.
• Piensa que cada contracción es única, ya no volverá, y es una menos para ver a tu bebé.
• Recuerda que la estimulación por oxitocina sintética hace que las contracciones sean muy fuertes y puede tener consecuencias directas sobre el bienestar de tu bebé.
• Visualizar ayuda mucho, piensa en algo que te ayude, como pensar en la cara de tu bebé o algo que te sirva para abstraerte.
• Respiración: lo mejor es respirar de la forma más natural posible, no debemos utilizar la respiración para evitar el dolor sino para concentrarnos en él. Esto no se aprende, se produce de forma instintiva, como los pujos.
• Jadear evitará la hiperventilación.
• La hora de la desesperación: son los últimos centímetros, los más dolorosos y difíciles de soportar porque se acerca el aro de fuego (la coronación del bebé). Cuando sientas que pierdes el norte es que el momento final se aproxima y todo lo que sientes es normal, piensa en tu bebé y entrégate para vivir el momento más especial que tiene el proceso.

Miedo a los pujos:
•Suele pasar que cuando se completa la dilatación y el parto es inminente, las mujeres se asustan por el hecho de que la hora de la verdad ya se acerca. Hablar de estos miedos ayuda, ya que inconscientemente se puede bloquear el parto.

Posturas:
•Siempre que quieras y puedas cambiarla, seguro que la que adoptes será la más eficaz y la que te duela menos. Algunas son:
-De lado: con un brazo sujetas una pierna o tu acompañante lo hace por ti, esta es una postura que quizá puedas usar en el hospital.
-De rodillas o cuclillas: también puedes pedirle a tu acompañante que te sujete como en una silla humana.
-Silla de partos: suele ser lo más cómodo para las primíparas.
-Colgando: de un fular, del tronco de tu acompañante, etc.
-Horizontal en cuclillas: te sujetas las piernas por detrás y con la ayuda de tu acompañante, que te sostiene la cabeza. Suele utilizarse cuando el parto es muy rápido y quiere frenarse el expulsivo un poco. Contras: presionas los vasos principales y arterias al estar apoyada sobre la espalda (litotomía, la más utilizada en centros hospitalarios), lo que hace que el expulsivo sea más largo y haya que empujar más (se está en contra de la gravedad).
-Semivertical: cómoda para el inicio, puedes usarla en la cama del hospital. Contras: cuando la cabeza corone tendrás que cambiarla porque el colchón oprime la pelvis y la cabeza del bebé. Normalmente la madre se incorpora hacia adelante y el bebé termina de salir.
-De pie: no tiene mucha más ciencia.

Algunas para el hospital:
-De cuclillas sobre la cama: siempre y cuando te sostengan por ambos lados.
-Cuatro patas sobre la cama: con balanceos suele ayudar mucho a que la cabeza del bebé termine de encajar.
-De pie apoyada en la cama: de esta forma puedes ponerte fácilmente de cuclillas, siempre que lo desees.

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