Se cuenta de un rey medieval que, para saber cuál era la lengua original del ser humano (¿el griego, el arameo, el latín, etc.?), prohibió a las madres y nodrizas cualquier tipo de caricia y palabra mientras alimentaban a los recién nacidos a lo largo de los dos primeros años de vida.
La leyenda, llena de sabiduría popular, acaba diciendo: todos los niños y niñas murieron porque no pudieron soportar vivir sin amor.
0 comentarios mágicos:
Publicar un comentario